De esta manera rezaba una oración que no recuerdo por completo debido a mi despego por los asuntos teológicos. Mi religión, como la de muchos de ustedes, se imparte en templos donde los feligreses son puestos a prueba a base de malditas vivencias que, a pesar de todo, son las que dan razón de lo que valoramos seguir sintiendo, como cualquier misión de fe. Allí, sobre el 40×20 y las porterías blanquiazules, muchos rezan, otros imploran y el resto vive la pasión que une a multitud de personalidades con un mismo ímpetu, el fútbol sala.
Por más escondida que sea la tierra, o las islas en este caso, Canarias se despereza tras un largo verano para saludar a la competición del esférico de bajo bote y velocidad eléctrica. Salesianos y Gran Canaria concentrarán la pasión del futsal canario en defensa de los valores de estos equipos en todo el territorio nacional. Aunque, fíjense las coincidencias, podrá hacerlo también en la Segunda división del «deporte rey» el CD Tenerife y la UD Las Palmas, cosas de la vida.
Volviendo a lo nuestro, estas dos formaciones llegan a un campo de batalla que se ha revalorizado con los últimos tiempos gracias al empeño de la LNFS de promocionar este deporte que aún no goza de carácter olímpico, pero que crea jugadas vertiginosas en espacios minúsculos a una media de acción por minuto que queda muy lejos de su ‘hermano mayor’, el fútbol.
La Segunda División, pese a beberse en cáliz de plata, ha demostrado una competitividad feroz, gracias al sistema de play offs de ascenso, que mantiene el fervor del torneo liguero hasta el último segundo del último partido. Y en este ambiente de «sálvese quien pueda» el carácter insular de las Canarias pone en juego a sus dos contendientes.
El Salesianos llega como un cambio de cromos ante el descenso del Iberia Toscal. Aunque poco parecerá importarle a la grada del Quiquirá, que ya calienta sus gargantas para achantar a cualquiera que se proponga asaltar su parqué. Por otro lado, el «Granca» aterriza en la categoría como el que sale vivo de una guerra perdida llamada Primera División. Está por ver si pasa como en las películas de Rocky y, si tras recibir el duro golpe del descenso, el equipo de Suso se levanta y logra retornar a la élite del futsal nacional más fuerte que nunca.
Así en La Orotava como en Las Palmas, así en una isla como en la otra, Salesianos y Gran Canaria ondearán su bandera para alcanzar la gloria, así en la tierra como en el cielo.