El filial murciano hizo pagar caro al equipo de Ruymán Cabello su debut en la categoría de plata con un marcador más abultado de la lucha vista sobre la pista del Quiquirá. Un minuto fatídico al término de la primera mitad y la impotencia del resultado acabaron condenando a los colegiales por un contundente 0-10. La nota positiva la puso un pabellón prácticamente lleno y deseoso de animar a su equipo en su nueva andadura en la élite.
El CD Dimurol Salesianos Tenerife se enfrentaba en su estreno en la Segunda División al vigente campeón de liga. No obstante, los canarios plantaron cara y fueron capaces de mantener el 0-1 anotado por Paniagua durante prácticamente toda la primera parte, sin mucha presencia ofensiva, eso sí.
Sin embargo, el filial charcutero demostró dónde se encuentra el factor diferencial de la LNFS y, a falta de poco menos de tres minutos para el descanso, un asedio a la portería local se tradujo en cuatro tantos en poco más de un minuto. Los tantos del japonés Karuya Shimizu, otro de Paniagua, Cobarro y Josema hacían marchar al descanso a los visitantes con una clara ventaja que pudo haberse aumentado con un doble penalti errado por Paniagua.
El Pabellón Municipal del Quiquirá se vistió de gala para el primer partido de su historia en la LNFS con unos 300 aficionados. | Héctor R. Afonso © TenerifeFutsal
A la vuelta del descanso, de nuevo Shimizu sería el responsable de colocar el sexto tanto en el marcador empujando la bola en el segundo palo. A este gol le seguirían unos ocho minutos de calma tensa en la que los isleños continuaron peleando con un rival que seguía ejerciendo presión.
Y a cuatro minutos de la conclusión del partido, Cobarro sumó el séptimo tanto en contra de un Salesianos que, aunque intentó el juego de cinco, pareció bajar ya los brazos. Los goles finales de Ricardo y de José Mario por partida doble, pusieron el 0-10 con el que el equipo tinerfeño se ha estrenado en la Liga Nacional de Fútbol Sala.