La historia del fútbol sala canario se dio cita el pasado sábado en el Quiquirá, ya que se disputó el primer derbi canario de la historia en la Segunda División Nacional. Ambos equipos, con realidades muy diferentes, deleitaron con su fútbol sala a los asistentes, que vieron como el cuadro amarillo consiguió la victoria.
El CD Dimurol Salesianos, pese a no haber conseguido ningún punto en la categoría, continúa con la ilusión intacta y el aprendizaje en la categoría de plata del fútbol sala. Sin embargo, el Gran Canaria FS, que superó la mala racha inicial, superó con creces al equipo azulón. Desde el inicio fueron claros dominadores del balón, y tras algunas embestidas en ataque lograron ponerse por delante en el marcador, gracias a un gran gol de Juanillo, cuando el marcador superaba el ecuador de la primera parte.
Como suele ser habitual, Yeray Olivero fue uno de los destacados del equipo local, y gracias a sus numerosas atajadas, se le resistió un poco más el gol a los amarillos. De hecho, mantuvo vivo al equipo local, que gozó de ocasiones para irse al descanso con un empate, aunque la actuación del portero visitante y la falta de puntería truncaron las oportunidades.
Al inicio de la segunda mitad, el Salesianos tuvo una de las oportunidades más claras del partido, en las botas de Sergio Pérez, aunque no obtuvo el resultado esperado. Además, después de esta acción, los locales se volcaron al ataque con el apoyo incondicional de la afición azulona, que pese a los malos resultados, nunca deja de animar. Sin embargo, las oportunidades no se materializaron, y el Gran Canaria FS volvió a hacerse con el dominio del balón.
Dos goles en dos minutos condenaron al Salesianos
Rondaba el minuto 31 cuando Mehdi, tras culminar una muy buena jugada de los amarillos, marcó un auténtico golazo que nada pudo hacer Yeray Olivero para evitarlo. Esto sirvió a los amarillos para subir el nivel de juego, y un minuto después pondría el 0-3 en el marcador, obra de Dani Aguilera.
Una de las cosas que caracterizan al Dimurol Salesianos es que nunca se rinde, y tras el tercer gol visitante, se colocó de formación de cinco con el objetivo de acortar distancias. Sin embargo, de esta manera llegaría el cuarto gol visitante que, tras un robo de balón, Alex Velasco sentenciaría con el 0-4. Pese a ello, los locales siguieron insistiendo en apuntarse a la fiesta goleadora, y tras un grandísimo golpeo de Sergio, estableció el 1-4 en el marcador.
Cuando no quedaba prácticamente nada para finalizar el encuentro, Michael López consiguió superar por última vez a Yeray Olivero, y certificar así el definitivo 1-5, que quedará para la historia por ser el primer derbi canario en Segunda División.
De esta manera, el CD Dimurol Salesianos continúa colista de la categoría y sin puntuar tras 14 jornadas, mientras que el Gran Canaria FS consigue su segunda victoria a domicilio, y se coloca en décima posición con 18 puntos en su casillero.